La ilusión me permite mirar de forma diferente
una realidad a veces hostil.
Puedo soñar más... puedo suspirar más,
puedo sonreír más de lo normal,
puedo y deseo querer más.
El destino me dio un precioso regalo
con el que transformo la oscuridad en un bellísimo amanecer,
una triste y deprimente situación en un júbilo total.