No solo es un hasta luego

A veces crees haber encontrado lo que siempre buscaste.

Luego entiendes que no.

No quieres perderlo, aunque no sabes por qué razón.

Sabes que no funcionará.

Intentas pintar de color, lo que a diario se torna gris.

No entiendes por qué algo tan evidente para el mundo,

él no lo pueda entender.

Tienes amor, ternura y pasión que dar,

pero el solo quiere mirar el cielo sin tomarte de la mano.

Hoy despertaste y decidiste.

Tú necesitas vivir más…tú quieres respirar más.

Tú no te vas a subyugar a vivir así una vez más.

Adiós supuesta felicidad.

Hechos

Te dije. Te lo advertí. Insististe. Pasó.

Me quisiste tener. Yo no lo recuerdo.

Hoy no puedes vivir sin mí.

 

Te dije. Te lo advertí. Insististe. Pasó.

Me quisiste disfrutar. Aunque yo no tanto.

Ahora quieres más.

 

Te dije. Te lo advertí. Insististe. Pasó.

Me quisiste amar. Yo aún lo dudo.

Ahora una hora no es suficiente para tí.

 

Te dije. Te lo advertí. Insististe. Pasó.

El cielo intentaste alcanzar. Lo lograste.

Pero yo ya no quiero continuar.

Recuerdos...

No recordaba lo rómantico de un beso un miércoles en la noche,

en donde no esperas más que un jueves agobiante.

No recordaba la emoción de una película -luego del beso- porque quizá

solo quedaba un hasta luego o un adiós.

No recordaba la tranquilidad del mar -luego de la película y el beso- que era testigo

del querernos tanto, cada vez más y más.

No recordaba la aventura de vivir a tu lado,

y siempre sentir que algo más va a suceder.

No recordaba que tú me hacías sentir, vivir, vibrar...feliz.

 

En horario

Había olvidado lo dulce de un beso a las siete de la noche,

había olvidado que disfrutaba el mar a las seis de la tarde,

había olvidado el paseo por el parque de las cinco,

había olvidado el café caliente de las cuatro,

había olvidado las conversaciones de las tres,

había olvidado los largos almuerzos de las dos y,

había olvidado que como tú solo hay uno.